EL MUDO
Madrid, 24 de noviembre del 2012
En el día de ayer
tuvo lugar una espectacular acción de protesta por el reciente desahucio del
caracol Imanol de su concha por el impago de las cuotas de la hipoteca. Sobre
las nueve de la mañana, un millar de militantes antidesahucios invadieron el
jardín del lujoso chalet de la
Moraleja donde tiene su domicilio el director de BABABANK, el
banco que ejecutó la hipoteca de Imanol. Y, en apenas unas horas, los activos
activistas consumieron todo el césped de la residencia. A pesar de que la
policía acudió rápidamente, en sólo ocho horas se plantaron en lugar de los
hechos, no pudieron evitar la devastación de la suculenta hierba y los ahítos
caracolitos ya estaban lejos de la lujosa propiedad (a casi dos metros de
distancia) cuando llegaron los agentes.
El caso del
desahucio del caracol Imanol resulta especialmente rastrero porque este molusco
hermafrodita se encuentra en avanzado estado de gestación. Su embarazo
culminará en unos días con la puesta de un centenar de huevos de los que
nacerán otros tantos mocosos. Imanol es un honrado gasterópodo que cayó en
desgracia cuando quebró la fábrica de cosméticos en la que trabajada desde su
juventud. Debido a su avanzada edad, tiene ya más de tres años, no volvió a
encontrar otro empleo y agotó todos los subsidios sociales hasta que no pudo
hacer frente al pago de las cuotas de su préstamo hipotecario.
La plataforma
Stop Desahucios organizó una sentada pacífica frente a la concha de Imanol el
día del desahucio, pero no sirvió de nada. La policía venció su resistencia
pasiva con unos leves empujones. Los caracoles se deslizaron sobre su mucosidad
lubricante y dejaron libre el camino al secretario judicial. Se procedió a la
ejecución de la hipoteca y, sin más, se
expulsó de su caparazón habitual al molusco que lo habitaba.
El mismo día del
desahucio, Emilio Bobín, la babosa que dirige BABABANK, declaró a un periódico
nacional al ser preguntado por el caso: “A mí, me la resbala”. Lo que refleja
la mala baba de la babosa ahora desyerbada.
Por su parte,
Conchita, el padre de los huevos de
Imanol, ha manifestado: “Es un molusco muy musculoso y me humedezco sólo de
pensar en sus tentáculos. Además, no es nada celoso y no le importa llevar
cuernos. Si yo tuviera un caparazón con más capacidad, lo acogería gustoso en
mi domicilio. Pero mi concha es chiquita y la comparto con mi mascota, la mona
Chita”