CÓMO PASAR UNA SEMANA SANTA DIFERENTE

     Para disfrutar de unas vacaciones de Semana Santa diferentes, te sugerimos que te hagas con un ejemplar de Penurias Exquisitas y lo tengas a mano en cualquier lugar en el que estés pasando estos días. Las ventajas que te aportará la lectura de la novela son muchas.

       Para empezar, no te verás tentado de blasfemar en estas fechas de tanta religiosidad  y evitarás condenarte al fuego eterno cuando te encuentres atrapado en un atasco de tráfico en la carretera. En vez cabrearte y jurar en arameo, te lees unos capítulos de Penurias Exquisitas, le pegas unos mordisquitos a la mona de pascua de tus hijos y sobrellevarás el vía crucis  automovilístico con una sonrisa beatífica.  

    Lo mismo ocurrirá si, una vez que te encuentres en tu destino, ya sea en la playa o en el campo, no deja de llover, después de haberte gastado una pasta en el alquiler del apartamento o la casa rural. Te abres una cervecita y pones una música ralajante, te acomodas en un sillón situado en un rincón tranquilo de la casa y a leer tranquilamente. No ligarás bronce, pero tampoco te quemarás con los niñatos que te llenan de arena cuando juegan con las palas y la pelotita, los melómanos que ponen el regatón a toda pastilla o el pesado de tu marido empeñado en que le pongas crema solar cada cinco minutos.

     Podrás montarte una representación de La Pasión en tu propio dormitorio, como hace Mariano, el protagonista de la novela, cuando contrata los servicios de una prostituta de lujo. Reservarte el papel de protagonista (Jesús) y para tu novia el de María Magdalena. Modifica la trama de la obra a tu gusto y no cedas a las presiones de tu chica, que te exijirá que intervengan otros personajes como Joao, su monitor brasileño de Pilates (en el papel de Barrabás) y Abdul, el senegalés de la frutería de la esquina (como el buen ladrón). Te recomendamos también que cambies el desenlace y le pongas un final feliz a la representación.

     Te evitarás los besos de Judas (cuñados, suegra, mascotas…) si,  cuando acudas a la comida familiar del domingo de resurrección o el lunes de pascua, entras en la casa con el libro abierto entre tus manos, muy concentrado en la lectura, y te haces el loco cuando se acerquen para obsequiarte con sus baboseos traicioneros. No te librarás de que te lancen sus pullas durante el ágape, pero si permaneces leyendo la novela con una sonrisa permanente en tu rostro, les privarás del placer de verte sufrir con sus ataques y terminarán buscando otro pringao al que incordiar.

     No te hará falta escuchar las saetas de las procesiones andaluzas para que tu alma se conmueva por el dolor de la muerte de Nuestro Señor porque gracias a Penurias Exquisitas podrás conocer de primera mano el efecto místico de las interpretaciones vocales de Mariano, un consumado intérprete de karaoke. Tal es la fuerza espiritual de sus cánticos, que es capaz de trasladar a su madre a la presencia del Altísimo en el capítulo en que canta todas las canciones preferidas de la mujer mientras ella es víctima de un ataque de corazón que se la lleva al reino de los cielos.

     Podrás evocar, sin salir de tu casa, algunos de los pasos procesionales más representativos de la Semana Santa. Tan sólo tienes que cambiar el nombre de Jesús por el del protagonista de la novela. Así, en el texto encontrarás al Eccehomo (Mariano después de sufrir alguno de sus frecuentes accidentes), Mariano crucificado (al pagar la factura de los arreglitos de su mujer en una clínica de cirugía estética), Mariano en el huerto de los olivos (en el capitulo en que espía un establecimiento donde sospecha se ejerce la trata de blancas ubicado entre algunos huertos de Castelldefels), Mariano coronado de espinas (cuando sufre la infidelidad de su esposa y su frente se adorna con una dolorosa cornamenta), etc. Además, aunque no veas capirotes, en Penurias Exquisitas aparecen gran número de tontos de capirote.

     Por fin descansarás de las películas clásicas que las televisiones programan cada año por estas fechas. En vez de BEN-HUR, podrás leer las aventuras de la VEN-US de la Tundra (así es como Mariano llama a una joven rusa de la que queda prendado); en cuentas de QUO VADIS, disfrutarás de una rocambolesca historia de CO-BARDES (cuando  policías y los funcionarios de Hacienda salen huyendo despavoridos al ver que Mariano se les acerca portando un paquete bomba); y descansarás de los DIEZ MANDAMIENTOS para recrearte con los divertidos DIEZ INVENTOS que Mariano propone a sus jefes para hacer más productiva la administración de Hacienda en la que trabaja (1.-Adoptar un SOBACO -sistema organizativo basado en afinidades comunes de los operarios-; 2.- Impulsar las CACAS –concursos, actuaciones, coloquios y actividades de solaz- para los administrados; 3.-Instituir el ORDEÑO –operativo reparador del descanso para la erradicación de la noñez onírica- entre los funcionarios…)

      Quedándote en tu casa leyendo, evitarás a tus compañeros de cofradía el ridículo que les haces pasar cada Semana Santa cuando todos ellos llevan el paso cambiado en la procesión menos tú. También te librarás de que te claven como a Jesucristo cuando vayas a un restaurante y te cobren una fortuna por cuatro tapas recalentadas y un vino peleón que parecen las sobras de la Última Cena. Además, te ahorrarás la resaca del día siguiente por las copas de garrafón de la discoteca y la paliza de tu amigo Pedro que, hasta el culo de cubatas, negará conocerte tres veces antes de que cante el gallo.

     En definitiva, si sigues nuestro consejo y lees Penurias Exquisitas durante estas vacaciones, saldrás ganando seguro: si te gusta la novela, disfrutarás en esta vida terrenal y si te parece una birria, te ganarás el cielo para disfrutar en la vida eterna.