En estas
fechas en que todo el personal habla de la
PRIMA DE RIESGO en el trabajo, en el bar, en el cuarto de baño..., deberíamos
informarnos bien antes de soltar nuestra opinión al respecto en una
conversación. Porque, ¿quién conoce realmente a esta señora? ¿Dónde vive? ¿Qué
edad tiene? ¿Cómo es físicamente? ¿A qué se dedica? ¿Cuáles son sus aficiones?
¿Tiene familia?...
A continuación os voy a proporcionar una serie de datos fidedignos que os
permitirán no hacer el ridículo la próxima vez que charléis del tema con alguien.
En realidad, el nombre de la prima es Riesgo País (así consta en su
pasaporte), hecho por el que las malas lenguas dicen que antes era un varón y
se sometió a una operación de cambio de sexo para dar gusto a su novio, un
canalla que luego la abandonó por un fondo soberano saudí.
De edad indefinida, pero incierta, tuvo una infancia muy dura porque fue una
niña primatura y, siendo un bebé, la abandonaron a merced de
los especuladores en un mercado financiero.
No conoció a su madre, que casi con toda seguridad fue una mujer,
y , aparte de su primo Riesgo, la pobrecilla no tiene familia en nuestro país.
Está muy sola desde que perdió el contacto con suprimaCía, que se marchó a
estados Unidos cuando los servicios secretos americanos la ficharon por su
superioridad en todos los ámbitos del espionaje.
Sin domicilio fijo conocido, reside desde hace años en un ático
de la calle Prima de Ribera. Educada en la fe cristiana, renunció a ella cuando
se enteró de que Jesucristo predicaba que los hombres debemos ser hermanos,
pero no primos.
Físicamente es primaria, o sea, rubia, alta y de ojos azules. En los últimos
años ha cogido unos kilitos, por lo que algunas envidiosas de raza mediterránea
la tachan de insaciable y desbocada.
Trabaja como cantante en una compañía de ópera y ha hecho de Prima Donna en la
representación de las principales obras del Bel Canto: Riesgoletto, Madame
Merkefly, La Quiebrata, El Hollandés errante, etc.
Se alimenta sobre todo de rollitos de primavera y suprimas de
merluza, también le encanta que le expriman naranjas para tomar de postre. En lo que
se refiere a su indumentaria, no le gusta que la ropa le oprima y suele llevar
vestidos de primamá y túnicas primarosamente bordadas.
A pesar de estar más sana que una manzana, goza de buena salud. Por otro lado,
no es extraño que se deprima y sufra de neurastenia primaveral. Además, es un
poco primativa y se asusta fácilmente del fuego y de las
agencias de calificación por lo que se muestra esquiva y suele vagar por
las calles con un extintor bajo el brazo.
Partidaria de las relaciones primatrimoniales, es sexualmente muy
abierta por lo que no es extraño que esté en boca de todo el mundo (en
sentido literal y figurado) y que no se reprima a la hora de satisfacer sus
deseos, de ahí el dicho: “A la prima se le arrima y a la prima hermana con más
gana”.
En cuanto a sus aficiones, le gustan mucho los animales, especialmente los
primates (pollo, cordero, ternera...), siempre y cuando primero se los mates,
como su nombre indica, y después se los cocines. Como es lógico, le encantan
los deportes de riesgo, sobre todo las damas (te arriesgas a que te coman) y el ajedrez (te arriesgas a que te maten). Además, practica el
arte cinegético con Asiduidad (una amiga de la infancia); pero es muy
despistada y se dispara a menudo, lo que le ha granjeado poderosos enemigos,
como la rencorosa Deuda Soberana (que no puede verla desde que su nieto Froilán
se disparase en el pie durante una montería -al ver cómo la prima se disparaba y
querer participar en lo que creía era un juego- y tuvieran que
ponerle 500 puntos básicos de sutura a la criatura). También es una experta
escaladora que realiza ascensos vertiginosos en tiempo record, lo que provoca
el panico en los países más endeudados (ya se sabe lo peligroso que puede
resultar un pan excitado, por pequeño que sea, cuando el horno no está para
bollos).
Todas estas reveladoras informaciones han sido contrastadas debidamente por el
FMI, el Banco de España y los taxistas que participan en la tertulia económica
del bar "El Manolo". De manera que, más os vale que las tengáis en
cuenta si no queréis correr el riesgo de hacer el primo cuando habléis de la
prima de Riesgo con vuestro jefe, los amiguetes o el retrete.
CÉSAR BLASCO
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