PENURIAS POLÍTICAS

INTERNADO EN EL PSIQUIÁTRICO UN POLÍTICO ESPAÑOL TRAS DIMITIR DE SU CARGO


La renuncia se produjo después de conocerse su gestión al frente del consistorio de Villaconejos de Arriba en el affaire "Playa Conejos".
      Manuel Cantimpalo Revilla tiene un Audi en el garaje, un ático de lujo en el centro, un chalet en la sierra y una cuenta con muchos ceros en el banco. Vamos, como cualquier otro político de nuestro país. ¿Qué es lo que le ha ocurrido entonces a este sufrido servidor público para que haya sido ingresado en una institución mental?

     Todo comenzó cuando un periódico regional publicó un reportaje en el que se destapaban las pequeñas irregularidades cometidas por el alcalde en la adjudicación y ejecución de una infraestructura vital para el municipio. La decisión de construir Playa Conejos, la mayor playa climatizada del mundo, se había tomado por unanimidad de todos los grupos políticos del consistorio tras enterarse de que el pueblo de al lado, Villaconejos de Abajo, con tan sólo 237 habitantes estaba construyendo una piscina climatizada.

     Ni siquiera el hecho de hallarse a más de doscientos kilómetros de la costa o el desafío tecnológico que supuso levantar una estatua ecuestre del alcalde, ataviado de Neptuno montando un caballito de mar, a tamaño natural (57 m de alto por 38 m de largo y 23m de ancho), supuso ningún obstáculo para la ejecución de las obras. Los problemas vinieron a la hora de pagar la infraestructura, que se había adjudicado, siguiendo el procedimiento habitual en la administración pública, a la empresa de un amigo del marido de la esposa del cuñado de la cuñada del edil. Aunque las obras estaban presupuestadas en 3 millones de euros, los costes habían experimentado una pequeña desviación hasta alcanzar los 150 millones de euros. Y, dado que el censo municipal de Villaconejos de Arriba lo componen 356 personas, se calcula que los habitantes del pueblo tardarán apenas unos 2.439 años en pagar la playa climatizada.

     Al malogrado Manuel se le fue la bola cuando uno de sus convecinos le saludó en la calle con una serie de cariñosos apelativos (chorizo, corrupto, ladrón...) el día que apareció la noticia en el periódico. En medio del emotivo encuentro, el político sufrió un ataque agudo de locura que le llevó a salir corriendo hacia el ayuntamiento para convocar un pleno extraordinario en el que presentó su dimisión irrevocable como alcalde y la renuncia al acta de concejal. Sólo la rápida intervención de los servicios de urgencias y su traslado inmediato al psiquiátrico provincial evitó que el enajenado político cometiera otros actos de consecuencias fatales.

     “Este señor ha sido expulsado de nuestro partido de forma fulminante... En nuestras filas no hay sitio para personas así... No hace ni un año que obligamos a retractarse a un diputado autonómico, que no quería cobrar dietas porque vivía en la misma ciudad dónde estaba el parlamento, y ahora está empadronado en un pueblecito a 300 km e incluye en sus dietas los tickets de los restaurantes en los que invita comer a su familia y amigotes, como un honrado político.”, declaró el máximo responsable de la formación política en la que militaba el exalcalde al ser interrogado por los periodistas.

     Un concejal de la oposición, compañero de Manuel en el consistorio, ha manifestado: “El nuestro es un partido serio y no toleramos estos comportamientos... A lo que detectamos el más mínimo atisbo de honradez, nos deshacemos del energúmeno... Si no eres capaz de soportar la tensión del cargo, es que no vales para la política.”

     La mujer del trastornado, por su parte, aseguró en una reunión de las amas de casa: “Cuando lo conocí, parecía un hombre responsable y pensé que sería un buen padre para mis hijos, pero ahora voy a pedir el divorcio... ¿Qué ejemplo puede dar a nuestros hijos un padre que va por ahí dimitiendo por un pequeño desvío en las cuentas? ”

     El director de la oficina bancaria del pueblo dijo al médico y al cura en la tertulia del casino: “Total por unos milloncejos de nada... Una pena. Se ha perdido una mente privilegiada... Con esa capacidad para la captación de fondos ajenos, podría haber llegado ser el director de Bankionejos... Ni que estuviéramos en Alemania.”

     En estos instantes, el expolítico se halla recluido en una celda acolchada del manicomio, ataviado con una camisa de fuerza para evitar que atente contra su vida.   

     Gracias a Dios, el ejemplo de Manuel Cantimpalo Revilla no ha cundido y la salud mental de los cargos públicos españoles está a buen recaudo. No obstante, las autoridades recomiendan que, si se tiene conocimiento de que alguno de nuestros abnegados políticos sufre otro ataque de decencia, se avise inmediatamente a los servicios de emergencia para que el perturbado sea recluido en un frenopático a la mayor brevedad posible.
CÉSAR BLASCO